Por siempre tú
con tu voz esperada,
con tus manos inalcanzables,
con tu mirada dulce y lejana,
Iluminas mis horas
cuando escucho tu risa,
cuando haces locuras,
cuando desbordas esa alegría
con la intensidad del sol,
con la fuerza de un ciclón
y me envuelves
en tus deseos
tiernamente
que no quiero
despertar jamas.
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