viernes, 23 de agosto de 2013

El momento preciso,
Tu cuerpo y el mio,
recorriendo juntos el paraiso,
un sueño hecho realidad.


La intensidad de tus manos,
buscando explorar cada pliege de mi piel,
acariciándome como una suave brisa,
pero con la fuerza de un vendabal.


Nuestros deseos,
nuestros besos,
se convirtieron en un mar de emociones,
descubriéndo infinito placer,
disfrutando cada segundo,
compartiendonos sin restricciones,
existiendo por primera vez
el uno para el otro.









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