viernes, 23 de agosto de 2013

No pude evitar el abrazo, el contacto que extraño tanto entre tú y yo, ésa calidez y la adorable sensación de nuestros cuerpos al encontrar la cercania. Hoy, me acerque a ti, sin pensarlo, te pedi un abrazo y por unos segundos fui nuevamente feliz, en voz baja te pregunte si aún me querias y me dijistes : "siempre", sonrei y pensé yo también...

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