sábado, 16 de febrero de 2008

Un dia más

Se durmió en sus recuerdos y despertó con su nombre entre las sábanas, mientras se alistaba hacia el trabajo penso en él, cuando arreglaba su cabello largo y oscuro, lo hizo para que a él le gustara, cuando cubria esas ojeras marcadas por una noche larga, tuvo su nombre enrredado entre el maquillaje y salió presurosamente sin mirar hacia atrás.
Entre el bullicio de las calles llenas de autos, penso en su vida simple y casi perfecta, aquella que muchos añoran o buscan, pero aquel vacio que nunca pudo llenar, le molestaba particularmente esa mañana de invierno y recordó una frase que habia escuchado hacia ya mucho tiempo:"Dios no te da más de lo que puedes manejar", será cierto penso aún con sus manos en el volante, el tráfico era perfecto ahora, al parecer media ciudad aún dormia...
Era una mujer afortunada, pero incompleta, de esas que piensan las cosas miles de veces y cuando lo hacen se sienten mil veces mal, de esas que se preocupan por todos, menos por ella, la gran amiga, confidente y consejera de todos, de aquellas que ama por siempre aunque el siempre se quede en el camino para otros, de aquellas que todos admiran y valoran su fuerza, cuando su debilidad le carcome la existencia.
Al llegar al trabajo, se arregla su chaqueta azul, acomoda su cabello y prepara su mejor sonrisa , nadie puede ni siquiera sospechar sus inseguridades, su tristeza, su vacio, guarda el nombre de él en uno de los cajones de su escritorio como un tesoro y comienza su día.
E.M.

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